Este cuento de terror fascinante está inspirado por el fenómeno del Maelstrón (ó Maelstrom), un remolino que se produce en las costas de Noruega, formado por la conjunción de las fuertes corrientes que atraviesan el estrecho de Moskenstraumen y la gran amplitud de las mareas. El relato en sí se trata de una historia dentro de otra historia, contada desde lo alto de un abismo.