El Maniquí de la Vitrina, una historia triste.

11.03.2011 00:14

 EL MANIQUÍ DE LA VITRINA, una historia triste.

 

Cierta noche en una vieja casona, se trasnochaba un hombre en su trabajo. En ese cuarto estrecho y piso de tierra, tenía una mesita  y un banco para sentarse. Las herramientas eran esas que usan los zapateros, era su oficio. 

Ese mísero cuarto tenía la puerta de entrada hacia la calle, solo así, podía la gente saber que allí había un remendón de calzado. Detrás de su banco y mesita había una división de palos y cartón, era el dormitorio donde su esposa y tres niños dormían cada noche. Junto a esa cama que el zapatero fabricó, lo hacían de cocina: tres piedras, leña y una olla de arcilla. 

 

En ese ambiente se desarrollaba la vida de esta familia. El cuarto-taller era semi oscuro; solamente una vela alumbraba todo su interior, pero desde la calle se veía ligeramente al hombre trabajar. Las luces de afuera eran la luna y las estrellas, no había electrificación. \n\n

La gente de aquella vecindad pobre, es la que mantenía al zapatero y su familia, con los arreglos de sus zapatos. 

 

El hombre apenas sacaba para una comida al día, y eran cinco a quienes alimentar. La ropa que vestían eran regalos de vecinos que ya no los querían usar. Eran pobres y aparentemente felices cuando se quiere hacer familia, decía el hombre.  

En estas circunstancias crecían los niños, y viendo a su padre trabajar hasta casi el amanecer, y a su madre vender periódicos voceando por las calles en la urbe de la ciudad. 

 

Llegó la época en la que los niños y viejos sienten la alegría de la navidad. Esta noticia traía la madre a su hogar después de recorrer las calles centrales de la ciudad, donde la iluminación era como un día de sol.

 

Los niños pequeños aun, en su corta imaginación murmuraban entre ellos como será aquél mundo lleno de tantas curiosidades expuestas en las vitrinas de las calles y centros comerciales. Es que no podían ir allá, pues la lejanía y su edad no les permitían. Cuando su madre llegaba, las preguntas eran tantas, que los niños solo así podían indagar cómo la navidad se festejaba.

 

Juguetes, ropa, comida venían a la mente de aquellos niños, pero nada más. Su padre se entristecía en su interior, alzaba su cabeza de vez en cuando y miraba a los niños allí sentados en la acera de la calle, y nada podía ofrecer.

 

Un día cercano a la navidad, el mayor de los niños desafió la distancia y se  atrevió visitar la urbe donde su madre realizaba sus jornadas.  Caminaba un tanto rápido para llegar allí, y se maravillaba cada vez más cuando los juguetes asomaban a su vista en las vitrinas de un lado y otro de la calle, eran más frecuentes.

 

La historia continúa... consiga la versión completa de este fantástico audiocuento y disfrútelo!. Busque el "Maniquí de la Vitrina" en Apple Store o en Amazon ahora mismo y descargue este fantástico Audiocuento!. 

Apple Store:

itunes.apple.com/us/app/el-maniqui-la-vitrina-una/id413208925?mt=8

Amazon:

www.amazon.com/Maniqu%C3%AD-Vitrina-historia-triste-ebook/dp/B004JF4L3O/ref=sr_1_1?ie=UTF8&m=A3TW5GA373HMCQ&s=books&qid=1299820609&sr=1-1