Encelado, una de las múltiples lunas de Saturno tiene fisuras y bandas en su superficie helada, con chorros de vapor de agua y partículas orgánicas. Titán tiene mares y lagos de metano, una superficie amarilla y esponjosa, ¡allí llueve metano líquido y tiene lagos y mares!. IO satélite natural de Júpiter posee una actividad volcánica increíble día y noche, ¡esta luna es exprimida por las fuerzas de marea de Júpiter cada instante, produciendo ese fenómeno increíble con sus más de cuatrocientos volcanes activos!. Ni hablar de lunas como Ganimedes y Tritón que es la luna más grande del planeta Neptuno, en los límites más profundos de nuestro Sistema Solar, es un mundo absolutamente increíble pues ¡es la más fría de todas las lunas y contiene géiseres y volcanes de hielo!.
Fobos y Deimos que no tienen una forma redonda ¿serían siempre lunas? o ¿fueron cometas o asteroides atrapados en la órbita de Marte?.
Actualmente las Voyager ya están fuera del Sistema Solar, viajan por la inmensidad oscura del espacio, aparentemente a velocidades grandes que son nada comparadas a la velocidad de la luz (aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo). Los científicos han podido descubrir que no hay objeto en el infinito que pueda superar tal velocidad, al menos no un cuerpo que contenga masa física. Si reflexionamos un instante en ello, deducimos que algo que no sea físico si lo puede hacer... pero ¿qué o quién es ese algo?.
¿Qué hay con todos aquellos planetas que están en la oscuridad absoluta?, girando en órbitas gigantescas alrededor de una estrella que no ilumina lo suficiente como para que su luz llegue a ellos por completo, sin embargo puede haber vida (una muy misteriosa y extraña con seres que ni siquiera pueden necesitar algunos de los sentidos).
¿Será cierto que allá fuera existe la materia oscura, ese algo que no se puede ver pero que sostiene a cada objeto que está en el espacio como un árbol de navidad lo hace con sus luces y bombillos?.
Reflexiones como esas quizás nos hacemos día a día, y lo meditamos con nuestros familiares o en los momentos de soledad y más aún cuando nos fascina el Infinito, es que nuestro alrededor está lleno de misterios y a su vez de encantos. Si eres uno de aquellos que le gusta el Cosmos y sus porqués, eres afortunado porque no te estás interesando en cualquier cosa, te estás preocupando inclusive de nuestros orígenes más remotos como ¿de dónde venimos?, ¿porqué estamos aquí?, ¿quiénes somos realmente?, ¿hacia dónde vamos? y ¿qué existe allá afuera, más allá de las galaxias, planetas y todo lo “visible”?.